Podría parecer una colección de Versace con menos cenefas de las habituales, pero no señor. Estamos ante la colección Otoño-Invierno 2014/2015 de Alexander McQueen y el resultado de colocar a Sarah Burton al frente de la dirección creativa. Una colección con un marcado acento rebelde que apuesta por el glam en su versión más oscura y urbana.
Una colección en la que el cuero se convierte en el indiscutible protagonista de prácticamente todas las piezas, en la que los apliques metálicos tienen mucho más que decir de lo que creemos y en la que la paleta cromática queda reducida a su máxima expresión. Los acérrimos fans de la firma tienen que estar encantados.
¿Colores? Lo tenemos fácil, se limita básicamente al negro y al dorado metalizado, colores que aunque desde un primer momento nos hacían pensar que Donatella andaba detrás de todo esto, tras una observación minuciosa de la colección resultan ser el único elemento en común con la diseñadora. No existen motivos geométricos en los conjuntos y el único (y repetido) accesorio decorativo que aparece en ellos son las cremalleras, a las cuales se las despoja de su labor habitual para relegarlas a un plano estrictamente estético.
Por lo general encontramos un corte muy ajustado a la figura que realza la misma y se contrasta con el oversized de camisetas y camisas, convirtiéndose pues en la clave para el juego de formas de la colección. Un toque muy underground que se potencia en todos los aspectos gracias a una correcta elección del corte, la gama cromática y los elementos empleados en su desarrollo.
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En definitiva, una colección muy particular y obviamente fácil de distinguir, con prendas como las biker que van a volar de las tiendas por su gran fuerza en los conjuntos, con una dosis muy comedida de los colores y de las texturas metalizadas para no acabar saturando al cliente y en general con bastantes posibilidades pese a tratarse de un conjunto de prendas muy limitado como parecía en un principio.
En Trendencias Hombre | Purificación García acierta de lleno con su lookbook para el Otoño-Invierno 2014/2015
Si os pregunto a muchos de vosotros que así, de primeras y sin pensarlo mucho, me digáis qué se os viene a la cabeza cuando os nombro la palabra "Mac", apuesto a que la inmensa mayoría contestaréis que "un ordenador". Y si os dijese que sí, pero que yo me refiero a algo que tiene que ver con el mundo de la moda; o bien mantendríais vuestra respuesta, o bien me miraríais con cara de estar pensando:
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Mac o Mack es la manera popular que tenemos de llamar a los abrigos Mackintosh, un tipo de trench británico tremendamente popular que lleva en nombre del creador que lo vio nacer allá por el 1823. Charles Macintosh, un químico escocés, fue el inventor de la tela impermeable que a día de hoy llevan todos los abrigos de la firma y que les convierte en un must de entretiempo, no solo por su aire clásico, su infinidad de modelos y colores y por su corte holgado pero definido sino porque, como habréis podido imaginar, vienen que ni al pelo para protegernos y repeler el agua.
Su formato es bastante parecido al de las gabardinas pero suelen presentarse sin cierre con hebilla y cinturón y por supuesto están 100% fabricados a mano. Se prefieren las cremalleras, los botones y los alamares además de incluir la capucha en muchos de ellos. Colores llamativos, largos que van desde la cadera hasta las rodillas y materiales de primera calidad con un estilo que recuerda mucho al resto de homónimas prendas waterproof nacidas en las islas británicas (Sí, me refiero a Burberry o Paul Smith).
Una perfecta opción para los meses de otoño que se acercan y con una gran variedad de modelos disponibles, ya no solo dentro de la propia firma Mackintosh sino en las múltiples colaboraciones que ha hecho con firmas como Band of Outsiders, Monocler o Mulberry entre otras muchas. Opciones que abarcan desde Macs sobrios en colores otoñales, hasta opciones más vivas o incluso aquellas que se arriesgan e introducen estampados camuflaje o exóticos para darle un toque diferente. Sin duda, una apuesta segura para esta temporada que acabamos de estrenar.
No sé vosotros, pero yo últimamente me muero de ganas por ver de primeras una colección o un desfile de Moschino. Y no porque me guste, que no lo hace, sino por el extraño placer que me provoca ver como de primeras todas las prendas me parecen imposibles y sin embargo, saber a ciencia cierta que un selecto grupo de ellas se convertirán en todo un fenómeno y must de temporada y las tendremos hasta en la sopa.
La última, la femenina para la Primavera-Verano 2016, ha sido todo un despropósito que ha batido records y se ha posicionado como una de las más solicitadas de la fashion week. Jeremy Scott ha encontrado un lugar en el que sus estrambóticas creaciones, que en Adidas costaba que tomaran credibilidad, no solo adquieren la categoría de haute coture sino que acceden a un mercado mucho más selecto y con un poder adquisitivo mayor: si Anna Dello Russo se lo calza, dad por hecho que mil bloggers irán detrás suya. Menos mal que con la colección masculina no ha pasado lo mismo.
Una colección en la que personalmente si tuviese que salvar algo, salvaba las camisetas, un marco estupendo para poder innovar en estampados imposibles, algún que otro jersey que puede hacer gracia durante un mes o dos, y los abrigos y chaquetas, que para ocasiones muy contadas y eventos muy medidos (de la escala de los Teen Choice Awards, con eso digo todo...) pueden incluso hasta entrar dentro del dress code y no convertirnos en carne de cañón para los ávidos críticos de moda que se mueren de ganas de despedazar los conjuntos uno por uno.
En definitiva, una colección que en lo estético tiene reconocimiento por romper patrones de la moda de una manera divertida, sarcástica e infantil, que no deja de ser una manera como otra cualquiera de hacer dinero aunque riéndose en la cara de tod@s l@s fashion victims que apenas se paran a pensar si las prendas les gustan o no (son de Moschino, ¿qué más da?) y que desde luego "encumbra" a Jeremy como una de las personas que de una (cuestionable) manera u otra, pasará a los anales de la historia por cambiar el rumbo de las pasarelas y el mundo de la moda.
El 6 de noviembre es el día elegido para que la colección que Alexander Wang ha diseñado de la mano de H&M vea la luz. Una colección que en lo masculino ha trascendido más bien poco pero que en su apartado femenino ya cuenta a sus espaldas con unas cuantas presentaciones, fotos e incluso a la misma Rihanna paseándose por las calles con un total look de la colección para promocionar la unión y el futuro lanzamiento. 
¿Acaso cojea de algún pie? Pues sí señores, para mi gusto estamos delante de una colección no apta para todos los públicos, con unos diseños y unas propuestas extremadamente deportivas que no van a favorecer a todos los cuerpos y físicos y si encima le sumamos el hecho de que los precios van a estar a la altura de las circunstancias (de las circunstancias que todos nos imaginamos), veo un fracaso masculino muy anticipado y posiblemente algo parecido en lo que a lo femenino respecta. Pero tiempo al tiempo, de momento quedémonos con este pequeño avance de la colección.
Benetton lo ha vuelto a hacer: ha conseguido enamorarme totalmente cuando menos me lo esperaba. Y lo ha hecho con una colección que, si bien es cierto no innova mucho y reúne a prendas que bien podríamos conseguir en otros lados, su relación calidad-precio así como la amplia variedad y versatilidad de sus prendas y de estilos que presenta la convierten en una opción muy a tener en cuenta para hacernos con unos cuantos fondos de armario para esta nueva temporada que recién estrenamos. 
Benetton nos presenta un otoño en el que los colores no apuestan por hacerse notar. Se prefiere una paleta cromática discreta, llena de térreos que contrastan con azules oscuros, grises, blancos y algún que otro rojo para lograr una atmósfera cálida y muy fácil de sacar partido con nuestro armario u otras prendas de la colección. Prendas que, por otro lado, están expresamente diseñadas para combatir el frío y no perder clase y elegancia en ningún momento.
Contamos con básicos sempiternos de esta temporada como son el jacquard, el punto cruzado, los jerseys de ochos o la lana. Entre las prendas clave nos quedamos con las parkas, que ya os dijimos que esta temporada iban a dar mucho de que hablar, o los trenchs en paño con formato blazer, ideales para formalizar un conjunto o para relajar un look de trabajo. Las posibilidades son bastante grandes siempre y cuando dispongamos de material como el que nos ofrece la firma.
Pero quizás lo que más me gusta de la colección sea la versatilidad de estilos que nos presenta. Desde un navy muy diluido potenciado por engamados en azul o trenchs de cierres en alamares, hasta un preppy apoyado en combinaciones muy discretas en colores pasteles, o un estilo adventure que se apoya en pantalones cargo, saharianas con forro interior y dessert boots (nada recomendado para los días de lluvía). Propuestas muy cálidas y acogedoras, fáciles de combinar y sobre todo de adquirir ¿Qué más queremos pues?
Los lunes nos duelen a todos, es algo inherente al ser humano que no entiende de clases, localización geográfica, razas, religión o sexo. Pero intentando que fuese algo más ameno y llevadera, nos hemos topado con el lookbook para la Primavera-Verano 2015 de Calibre y la verdad es que nos ha alegrado la mañana.
Los estampados son uno de los grandes protagonistas del conjunto. Los florales así como el paisley, la pata de gallo o el cuadro vichy, inundan las camisas, los polos e incluso los pantalones para lograr un outfit diferente y jovial, apoyado por una paleta cromática muy ajustada, igual de ajustada que la figura de los diferentes conjuntos propuestos que prefieren marcar la silueta que apostar por la tendencia oversized.
Otra de las cosas que nos han sorprendido gratamente ha sido el uso de materiales muy diferentes en las prendas. Desde piel e imitaciones como el pitón, el cuero o la napa, hasta acrílicos y sintéticos pasando por linos y sedas para las camisas. Un conjunto de texturas que acrecientan el contraste entre prendas y que le sienta al los looks estupendamente. Y si encima contamos con unas tonalidades muy cuidadas y estudiadas para cada un de los looks... el resultado es simplemente exquisito.
Y todo ello regado con una buena selección de complementos en los que los borsalinos y las pajaritas son los reyes indiscutibles ¿Y calzado? No hace falta preocuparse: espartanas, mocasines, náuticos y sneakers de caña baja para hacerse a todo tipo de estilo y registro ¿Verdad que aparece salir vestido en verano solo de Calibre?
Parece complicado poder basar una colección cápsula en el estampado militar y no acabar muerto del aburrimiento con looks parecidos entre ellos y una imagen sosa e insípida del conjunto. Parece pero no lo es... porque la solución está en re-interpretar el estampado militar y romper un poco con las barreras que él mismo se pone: color por doquier, tamaño variables y si encima se incluye en las prendas y en los conjuntos a modo de patchwork, el éxito está igual de garantizado que la ausencia de monotonía. Y Pull & Bear sabe muy bien del tema, que en su colección Otoño-Invierno 2014/2015 lo ha tenido en cuenta.
Como hemos dicho, una de las claves del éxito es meterle color al estampado militar para poder incluirlo en cualquier look. Deja de ser un estampado camuflaje para darle vida al look y lo hace en forma de pequeños patchwork en bolsillos, cuellos o estampados intermedios. Los total look con este print no se atreven con colores vivos y prefieren seguir con el tradicional negro, caqui y verde oscuro para no saturar demasiado el conjunto.
Tanto en sudaderas, camisetas, jerséis, zapatillas y bolsas de deporte, el estampado intenta llevar las riendas del conjunto en forma de tonos pasteles o primarios sobre fondos básicos. Quizás lo que más echamos de menos sea la presencia de alguna chaqueta o botas militares, prendas que siempre triunfan en un estilo que pocos se atreven a llevar.
Brava la apuesta de H&M por no abandonar el estampado floral para esta nueva temporada que hemos estrenado. Y no quiere decir con eso que se agarren a una tendencia anacrónica que no pega ni con cola para otoño, que va. Lo que han hecho ha sido re-inventar el concepto, adaptarlo y adecuarlo para que no resulta muy estrambótico llevarlo, para que podamos combinarlo sin problema y para que además, cree tendencia como es muy probable que haga..jpg)
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¿Cómo? Pues muy sencillo: para empezar la paleta cromática, a excepción de algunas piezas como las carteras, se ha enfriado radicalmente. Los azules, los grises, los violetas o los verdes oscuros lo ocupan todo apoyados por los blancos para destacarse. Y no solo eso, sino que además pasamos de los grandes estampados que podrían recordarnos al estilo hawaiano, y preferimos flores pequeñas, discreta y multitudinarias como si de una enredadera se tratara.
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Y no solo se aplica a camisas y pantalones, sino que apuestan por incluirlos en complementos como las corbatas y las pajaritas, las cuales tengo que decir que muy posiblemente sean el componente estrella de esta mini-colección cápsula. Ideales para llevar con camisas celestes o blancas, le darán al conjunto un toque diferentes y muy elegante en contraposición a las clásicas y típicas corbatas..jpg)
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Resumiendo, una manera increíble de recuperar un estampado que predomina en la primavera y adaptarlo a los nuevos tiempos. Looks muy animados, joviales y arriesgados pero que sin embargo resultan factibles de llevar a nuestro territorio y poder salir con ellos sin parecer payasos. No sé qué opinaréis vosotros pero yo... estoy encantado.
Si hablamos de tejidos que aunen lo típico, lo clásico, lo vintage y con toques británicos, a todos se nos viene a la cabeza el tartán, por antonomasia el estampado más inglés. Pero lo cierto es que existe otro que, aunque desconocido por su original nombre, no lo es por su apariencia o su presencia en multitud de prendas. Efectivamente hablamos del Herringbone y de la trascendencia que tiene para llegar a haberle dado nombre a uno de los blazer más míticos del mundo de la moda masculina.
El herringbone es un tejido trenzado en espiga con una gran diversidad de colores, que van desde los colores más suaves y delicados (taupe, miel...) al intenso negro. Es llamado así por la gran similitud que posee con el esqueleto o espina del arenque y su forma en V se ha convertido en todo un distintivo de la moda masculina más contemporánea, más aun si la incluimos en un blazer.
De la mano de Ben Sherman han querido ilustrarnos sobre esta mítica pieza que la casa lleva fabricando tanto tiempo, así como de las partes que la componen y que la diferencian del resto de las blazer. Un toque británico, ligeramente heritage, que dará a tus conjuntos un aire sobrio a la vez que moderno y rebosante de personalidad.
Por un lado podemos apostar por un estilo sartorial ideal para noches en las que el dress-code sea más relajado. Juego de capas, gracias al chaleco, y de texturas apoyándonos en una atmósfera más informal gracias a la camisa oxford y cuidando pequeños detalles como el forro interior de la chaqueta vuelto, a modo de pañuelo.
Un toque intermedio gracias al uso de jerséis de cuello barco y camisas oxford apoyado por el denim para informalizar el conjunto. Una opción idónea para ir a trabajar siempre y cuando se requiera un estilo elegante pero no por ello formal..jpg)
Por último, la más informales de las opciones que juega con las texturas apostando por el herringbone de la chaqueta junto con el punto trenzado del jersey y el denim de la camisa. Contraste de capas, texturas y colores en un outfit que termina de rematar el resultado con unos chinos en color térreo de bajos vueltos y unas botas para ponerle la puntilla rebelde final.
Uno de los básicos que no pueden faltar en nuestro armario ahora que entramos con más fuerza en el otoño, es la cazadora biker (de motorbike) o también conocidas como chaquetas Perfecto, que era la marca que un primer momento empezó a comercializar la prenda convirtiéndola en todo un éxito y una revolución en el mundo de la moda.
Llega el otoño, llega el frío (o en eso andamos...) y por supuesto, llega un sempiterno de la temporada: el punto. Que sí, que durante el verano también lo tenemos pero siendo realistas, es ahora cuando de verdad adquiere protagonismo y sale de nuestro armario con la cabeza bien alta dispuesto a hacerse con la mayor parte de tus outfits.
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De todos los jerséis y los cuellos posibles, el más versátil y fácil de combinar es sin duda el cuello barco o cuello de medio punto, que gracias a su fisionomía, puede combinarse con camiseta, camisa, polo o sin nada debajo, variando el registro desde lo formal hasta lo más casual gracias a los complementos y a la prenda inferior que escojamos. 
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El cárdigan es otra de las prendas que no faltan durante el otoño. Existen de punto grueso, de ochos, trenzados, con cierre en botones, en alamares... las posibilidades son muy variadas aunque a la hora de combinar bien es cierto que se nos limita a camisas o alguna camiseta bien elegida. A medio camino entre el estilo formal y el casual, es perfecto para los conjuntos de día.
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Para mi gusto, el cuello esmoquin es de todos los que existen el más complicado de combinar para que siente bien. Tiene mucho carácter pero toma mucha holgura enseguida y si no se plancha bien, queda horrible pasado un tiempo. Con camisa o con polo queda perfecto para looks casuales y podemos encontrar las mismas combinaciones que con los cardigan.
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Por último, el cuello en V, un cuello algo más complicado de combinar que el cuello barco porque exige que la camisa o el polo vaya abiertos, de lo contrario quedará raro con la botonadura de éstos asomándose para luego meterse bajo el jersey de nuevo. Perfecto aun así para combinar con ellos y con camiseta y seguramente con muchas posibilidades en texturas: punto grueso, en panal, cruzado, liso... 
