Anoche, Atresmedia (Antena 3 y La Sexta) acogió el debate electoral entre los candidatos a las elecciones nacionales del próximo 20 de diciembre: Pablo Iglesias (Podemos), Albert Rivera (Ciudadanos) y Pedro Sánchez (PSOE). Eso sí, hubo dos grandes ausentes, Mariano Rajoy (PP), que envió en su lugar a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y Alberto Garzón (IU), que fue el gran ninguneado de la campaña electoral. Desde Trendencias Hombre vamos a dejar la política a un lado, para centrarnos en el estilo que Iglesias, Rivera y Sánchez tuvieron anoche en el debate. Empecemos por orden alfabético según el apellido.
Pablo Iglesias
Podríamos definir el estilo de Pablo Iglesias con muchos términos, la mayoría de ellos muy negativos, pero me voy a quedar con uno: personal. Ya no nos sorprende ver al candidato de Podemos con su indumentaria made in Alcampo. Ha conseguido que la camisa remangada y los vaqueros sean ya parte de su imagen personal y, por supuesto, así asistió también al debate.
Esto no es casual. Quiere diferenciarse del resto, dejando claro que es un ciudadano de a pie, que sigue siendo el mismo de siempre y que, en definitiva, no es como los demás candidatos. La mayoría de las veces, Iglesias suele llevar camisa blanca, pero anoche optó por una color celeste. Acertada elección. El azul transmite calma, hace que la comunicación fluya y da muy bien a cámara. En cambio, el blanco no es un buen color para televisión, ya que se ve con mucho brillo, puede dar problemas con la iluminación y no da buen tono al rostro.
Por otra parte, el hecho de no llevar americana, supuso un problema para Iglesias. Conforme avanzó el debate, el sudor hizo mella en el candidato, que pronto empezó a lucir unas antiestéticas sobaqueras. Un gran fallo de imagen que se puede prevenir de forma sencilla: llevar debajo de la camisa una camiseta fina de algodón. Así el sudor se quedará en ella y no se hará visible.
No podemos olvidarnos de otra de las señas de identidad de Iglesias que también estuvo en el debate: la coleta. Nos puede gustar más o menos (a mí, nada), pero está claro que no va a renunciar a ella. Así que partiendo de ahí, mi consejo es que no debería habérsela tocado (la coleta) en todo el tiempo que duró el debate, porque al hacerlo consiguió que algunos pelos (de la coleta) se le escaparan, dando una imagen aún más desaliñada.
Albert Rivera
Albert Rivera hizo lo mismo que Iglesias y trató de ser fiel a su estilo, con un traje de chaqueta negro, camisa blanca y corbata burdeos. ¿Elección acertada? Para nada, sobre todo por el traje, que fue el gran error de la noche.
Empecemos por el color. Un traje negro no es en absoluto adecuado para un acontecimiento como este. Vale que es elegante, de eso no cabe duda, pero se reserva para eventos como funerales o fiestas nocturnas donde no entra el esmoquin. O si trabajas de camarero. Pero para un debate electoral televisado, no tiene justificación alguna.
A esto hay que añadir que la americana le quedaba pequeña. Mucho. Demasiado. Los hombros se le quedaban metidos, las mangas estaban llenas de arrugas y, encima, le quedaban cortas. Todo ello, hizo que el candidato transmitiera la sensación de estar apretado, con poca capacidad de movilidad y bastante incómodo.
La elección del color de la corbata no fue tampoco casual. El rojo es el color del poder y en sus tonalidades oscuras ofrece confianza. Además, el rojo está vinculado con la izquierda política. ¿Trató Rivera de transmitir la idea de que su partido no es conservador tal y como se le califica, pero tampoco de izquierda extrema? Sea como fuera, la corbata estuvo bien escogida.
Pedro Sánchez
En lo que a estilismo se refiere, Pedro Sánchez fue el ganador del debate. No cabe duda de que fue el mejor vestido de los tres. Americana azul marino, camisa blanca, corbata roja y pantalón negro. Si habéis leído los análisis de los anteriores candidatos, no os costará saber por qué acertó.
El azul oscuro de la americana transmite confianza, seguridad, calma y, como decía antes, hace que la comunicación fluya. En contraste, el rojo intenso de la corbata con su idea de poder y vínculo con la izquierda en la que muchos votantes ya no sitúan al PSOE.
Además, a diferencia de lo que le ocurría a Rivera, la americana le quedaba perfectamente. Como hecha a medida. Las costuras de los hombros en su sitio, las mangas con longitud exacta, la camisa asomando un dedo y arrugas solo las justas. En definitiva, un candidato que parecía sentirse cómodo dentro de su indumentaria y así lo transmitió a los telespectadores.
Eso sí, habría sido mejor que hubiese apostado por un traje completo, en lugar de combinar americana azul marino con un pantalón negro. Esta combinación de colores es uno de los errores clásicos, aunque también es cierto que cada vez es más habitual saltarse la norma. Personalmente, no me parece un acierto, pero tampoco una equivocación.
En definitiva, da la sensación de que Sánchez se conoce perfectamente. Y de que se gusta mucho. Es consciente de que su atractivo es también un arma política capaz de ganar votos con tanta fuerza como su discurso. Por ello, sabe que dejar mostrar sus blancos dientes a través de una sonrisa es todo un acierto. En definitiva, sabe lo que es seducir.
Y hasta aquí mi análisis. Me habría encantado poder incluir en él a Rajoy y Garzón. Una lástima que no haya podido ser. Por motivos diferentes, ambos deberían de haber participado en el debate. Espero que haya una nueva ocasión antes de las elecciones.
Imágenes | Cordon Press
En Trendencias Hombre | ¿Por qué la moda en los políticos españoles sigue siendo casta?