Absolutamente impecable. Esa es la mejor forma para definir cómo asistió David Beckham a la ceremonia Young Leaders celebrada anoche en el Palacio de Buckingham y en la que, como no podía ser de otra forma, la reina Isabel II ejerció de anfitriona.
Estoy completamente seguro de que su majestad se quedó con la boca abierta cuando vio aparecer a David por la puerta de palacio. Pocas dudas caben ya que que el ex futbolista es uno de los hombres más elegantes del mundo y es capaz de hacer gala de estilo británico allá por donde va.
Para la ocasión, David, que asistió como invitado de honor y tuvo que dar un discurso, apostó por un look en el que el blanco y el azul marino eran los únicos colores presentes, en una combinación perfectamente armónica.
El traje, azul marino, estaba compuesto por una chaqueta de un solo botón y solapas estrechas, cuyas mangas tenían la longitud perfecta, dejando que el puño de la camisa asomara en torno a un dedo. Impecable.
El outfit lo completaba una preciosa corbata azul marino con lunares blancos y un pañuelo blanco que asomaba tímidamente en el bolsillo de la americana. Dudo mucho que la reina haya tenido alguna vez sentado al lado a un hombre tan elegantemente vestido. Eso sí, ella ni se despeina ante tan imponente presencia, que para algo es su graciosa majestad.
Por cierto, poco queda ya de la frondosa barba con la que vino a Madrid el pasado mes de marzo. Y aunque soy muy fan de la barba larga, tengo que reconocer que a Beckham le sienta mucho mejor más cortita, como la de tres días que lució anoche. Lo dicho, impecable.
Imagen principal | Cordon Press
En Trendencias Hombre | Hablamos con David Beckham: "En España el estilo es impecable"
No se puede negar que el estilo surfero está más de moda que nunca, los hermanos 
La piel tatuada al 100%, así es como ven los diseñadores a los chicos del verano 2016, todos los modelos lucieron una "segunda piel" con efecto de tatuaje. Encima de esto todo tipo de piezas, algunas impresionantes, para conseguir looks con mucha fuerza y bastantes prendas. Combinan pantalones con bermudas, un par de chaquetas vaqueras e incluso desabrochan el pantalón para dejar ver la ropa interior.
El ancho del pantalón tiene dos extremos, el pitillo radical y el ancho estilo rapero. La silueta es desenfadad aunque también encontramos prendas para cortar la respiración como las chaquetas de cuero, los pantalones de este mismo material y las prendas vaqueros con lavados muy marítimos en tonos azules. Una colección diferente, donde el gorro alto y rígido se convierte en el rey.
Lo nuevo de Dolce & Gabbana para el Otoño-Invierno 2016 es cuanto menos inspirador. De primeras, una colección cuyos únicos estampados y en torno a los cuales se estructura todo el conjunto, son coronas y abejas, puede parecer un tanto irrisorio, inexplicable e infantil. Lo cierto es que de pensar así, estamos bastante alejados de la realidad.
La colección es innegable que lleva la impronta de Dolce & Gabbana en todas y cada una de sus prendas. El clasicismo, el estilo romántico, la sobriedad en las paletas y en el uso de los colores, el corte ajustado de sus prendas que realza el físico de aquellos que las llevan... una serie de directrices que la firma ya ha tomado como propias y que conforman la seña de identidad de los italianos y que pueden observarse en todos y cada uno de los conjuntos elegidos para ilustrar el lookbook de temporada.
La camisa se renueva y apostando por un lavado de cara, se llena de símbolos y estampados que no tienen porque disponerse de forma simétrica y que apostando por estos dos elementos que ya hemos comentado, crean un universo de dibujos que informalizan el conjunto y le dan un toque divertido. Color blocks, materiales sintéticos, acabados deportivos, estilo militar... las tendencias de temporada no abandonan el barco pero saben adaptarse a las exigencias que la maison ha querido izar como bandera y clave estilística de su colección Otoñó-Invierno 2016/2017
En cuanto a las prendas y su variedad, no debemos preocuparnos. Desde polos, camisetas y camisas hasta cazadoras y trenchs pasando por harringtons y bomber. Los pantalones o bien de pinzas o bien de espiga, rectos y combinados con las camisas y los complementos estilizan la figura y le dan algo de sobriedad para contrarrestar el punto canalla de los estampados. Eso sí, todo ello dentro de una paleta cromática en la que el negro y el blanco llevan el control, dejando tan solo de vez en cuando que las notas de color aparezcan en forma de complementos o alguna camiseta distraída.
La naturaleza es uno de los principios que más peso tienen en la firma 
El hombre de Issey Miyake se atreve con los colores pasteles, como el verde, el rosa o el azul para trajes de chaqueta e incluso abrigos de primavera. Aunque en la colección también está presente el color negro o el blanco. Una colección bastante colorida que crea un hombre con silueta oversize y con un aspecto realmente relajado.
México y Tokyo han sido los puntos de partida de inspiración de esta colección y es por esto que encontremos piezas muy mexicanas como las bandanas atadas al cuello pero también otras muy asiáticas como los monos para el día o las camisas con estructuras contemporáneas. 
Lo siento, pero lo nuevo de Louis Vuitton para la Primavera-Verano 2016 me parece una tomadura de pelo o una broma de mal gusto. Acostumbrados a una calidad excepcional en las colecciones y a un estilo que dentro de lo masculino era bastante fácil de introducir en el armario, con prendas que a simple vista estábamos convencidos que se convertirían en must de la temporada, nos ha presentado una colección que no hay por dónde cogerla, con prendas que más que para estar en un armario son para que acaben en un museo. Aun no sé si de la moda o de los horrores. Decepcionado, muy decepcionado me has dejado Kim Jones...
Aun así, sabiendo que toda colección lleva detrás una historia y una línea creativa bastante elaborada, vamos a comentarla para ver si eso nos ayuda a entender mejor el por qué de esta creación. El hombre que presenta para esta nueva temporada es un viajero nato que se dedica a recorrer mundo y hacer de sus variados estilos y culturas, una manera de ser que se plasma en la forma de vestir que adquiere:
Y no es raro, pues Kim Jones es de por sí un viajero nato que solo en este año ha recorrido 15 países diferentes, ávido de nuevas ideas con las que dar forma a esta nueva creación. Desde sus experiencias en Myanmar con una tribu que hacía a mano todas sus vestimentas hasta la impronta que dejó en el Japón y el descubrimiento del cuero Kobe, todas ellas han sido artífices y colaboradoras de esta idea estival que ayer desfiló en París.
Las prendas, con un marcado estilo oriental y tribal, se apoyan en la seda, el mohair o el satén para estampar sobre ellos motivos animales, florales y geométricos en vivos colores y todo ello en un aura de espiritualidad que se refleja en lo vaporoso y abierto del corte de las prendas. Los pantalones y las camisas maman directamente de la estética de los años 50 mientras que el calzado se mantiene anacrónico y no ha sido objeto de análisis e innovación por parte de la firma en esta ocasión, pues ofrece diseños muy normales y anodinos que hemos visto en otras colecciones.
Los satinados, los estampados florales, los cuellos mao, el triunfo de la seda... podríamos decir que estamos ante un choque directo entre la cultura oriental y la occidental que toma forma y cuerpo en una colección cuyas prendas y outfits resultan poco masculinos, difíciles de combinar entre sí y más propias de una Gala Met que de una alfombra roja con cierta clase y decoro. Creo que como estudio creativo tiene mucho que decirnos pero como colección, ha sido un auténtico fracaso.
